Hoy os quiero comentar un dilema,
casi moral
me ocurre habitualmente.
tanto a nivel personal como laboral, así que es gordo el tema.
Abro mi corazón aqui. 😉
Ya os conté mi experiencia con la lectura de contenido en formato newsletter.
Esto lo hago por una cuestión práctica,
ya que me permite analizar más información.
Este contenido está muy relacionado con la innovación,
negocios,
o tendencias,
por lo que diariamente llegan a mi bandeja de entrada
nuevos casos de éxito de negocio,
nuevos productos o servicios en tendencia
o una nueva tecnología a aplicar.
Y entonces
aquí el “lio”,
diariamente,
mi cerebro empieza a realizar conexiones neuronales de cómo podría aplicar dicha tendencia, o integrar el servicio.
Un sin vivir.
Menos mal que no le hago caso siempre,
si no diariamente sacaría un nuevo producto, (exageración andaluza, entendedme)
y esto distorsionaría el foco de la compañía
¿o no?
Y Aquí el dilema.
Todos hemos visto gráficos como estos:
Y comulgo con ellos la verdad.
Pero luego pienso …
En un mundo tan cambiante como en el que vivimos,
nos obliga a las empresas a adaptarnos,
pero ¿es adaptación o diversificación?
Hay ejemplos de éxito de grandes compañías que han utilizado la diversificación
y ..
¿perdieron el foco?
O como es “un Amazon” ¿a ellos sí que les dejamos?.
Fan del concepto de “misión” de las empresas,
por supuesto,
como experta en estrategia de posicionamiento de marca,
no podría decir otra cosa.
Eso sí que indica un foco,
pero para alcanzar ese foco /objetivo …
¿puede haber múltiples caminos? y …
¿no puedo ponerlos en marcha todos a la vez?
La misión de mi empresa es promover la innovación en las organizaciones.
OK,
Ahora,
Lo podré hacer de múltiples maneras ¿no? ¿O pierdo el foco?
Es el multitaskig aplicado al negocio.
Es un pensamiento que me reconcome diariamente,
… cada vez que tengo un nueva newsletter en la bandeja de entrada.
Del multitasking personal, ni hablamos.
Pero también se admiten opiniones.
Quizá,
como en casi todo en la vida,
“en el centro está la virtud”