Tan cierto como que un problema tiene distintas soluciones es que éstas pueden multiplicarse cuando son varias las personas que piensan sobre ellas.
¿Puede una organización abrir sus retos estratégicos a la participación e ideas de, por ejemplo, todos sus empleados?¿Qué ventajas obtiene de este proceso cuando se lleva a cabo dentro de una comunidad de innovación?
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A continuación enumeramos algunas de ellas,
- Obtener más ideas, que un proceso offline o acotado sólo a un número determinado de ideadores, en vez de al conjunto de empleados de una organización.
- Obtener (presumiblemente) mejores ideas: a más ideas, más posibles soluciones viables. Además, como el proceso de ideación es abierto, unos ideadores pueden contribuir y refinar las ideas de otros, perfeccionándolas.
- Obtener ideas más rápido, gracias a la tecnología y a un proceso de participación sencillo, amigable y 24/7.
- Vincular las ideas a la inspiración y no sólo a una silla de oficina. Pueden compartirse ideas desde casa, en el sofá…
- Acceder a talento externo: si puede participarse fuera de la oficina también pueden hacerlo personas que no son nuestros empleados. El reto puede abrirse a consumidores, estudiantes… para captar ideas más diversas, desde otras perspectivas.
- Retroalimentar ideas e ideadores: en un buzón de ideas tradicional, la idea se deposita y su autor queda -si existe- a la espera del feedback sobre ella. En una comunidad ve su idea y las de otros, puede inspirarse para nuevas ideas o co-crear las demás.
- Contar con varias soluciones a un mismo problema. En una comunidad y reto de innovación se dan mecanismos para evaluar las ideas y acceder a un ramillete de posibles soluciones implementables según su coste, tiempo de implementación, retorno estimado…
- Obtener ideas más rápido… y cribar entre buenas y malas ideas con igual velocidad, gracias a los mecanismos mencionados, de cara a acelerar su desarrollo y time to market.
- Generar pertenencia hacia los objetivos de la organización. En el caso de los empleados, sus ideas son escuchadas y pueden implementarse. Su propósito en la organización aumenta, también su reconocimiento y engagement.
- Conocer mas y mejor a los participantes en función de la información que puede extraerse de sus ideas. Pueden detectarse necesidades corporativas, superideadores o talento oculto por áreas funcionales. Y si participan consumidores, validar con sus ideas posibles lanzamientos de productos o servicios.
- Contagiar el apetito por la innovación, entre otros valores que pueden vincularse al cambio cultural de una organización.
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