10 razones por las que tus empleados y clientes han dejado de utilizar tu Buzón de ideas

la tecnología sustituye al tradicional buzón de ideas

16 de mayo de 2014. El tradicional buzón de ideas o sugerencias sigue siendo para algunas empresas el único medio que ponen a disposición de sus empleados o sus clientes para que les hagan llegar sus ideas, propuestas, valoraciones… Pero para que engañarnos, compartir una idea para una empresa, sea en la que trabajas o no, a través de un buzón es un proceso muy desmotivador, frío y distante que tiene la batalla perdida en esta era de aplicaciones y herramientas que luchan por hacer de la innovación un proceso abierto, multidireccional, transparente y divertido.

Los arcaicos buzones de sugerencias están condenados a desaparecer y cualquiera que haya utilizado uno, incluso tú que estás leyendo esto, habrás experimentado alguna de estas 10 razones por las que has dejado de usarlos:

1. Porque los empleados y clientes saben de antemano que probablemente nunca obtendrán respuesta a la propuesta compartida en un buzón de ideas por muy buena que sea. Es una comunicación unidireccional con la empresa.

2. Porque es una acción muy fría e impersonal.

3. Porque no es un proceso transparente. No se sabe nunca quién valora tu propuesta ni cómo la valora.

4. Porque el buzón de sugerencias es sólo para dar no para recibir. Las necesidades de la empresa siguen siendo desconocidas para sus clientes y los empleados que tal vez si tienen ideas que pueden solucionar problemas concretos no las comparten porque los desconocen.

5. Porque quien comparte la idea pierde el control sobre ella en el momento en que la envía. Una vez compartida en el Buzón se desconoce el proceso que sigue y si llega a ser puesta en marcha.

6. Porque no es un proceso divertido, es formal y serio. Llegando incluso a dar la sensación de que tienes que agradecerle a la empresa que te deje enviarles tu idea.

7. Porque se desconoce qué ideas se han compartido previamente para no repetir o para inspirarse en ellas o añadirles mejoras.

8. Porque para los empleados ya no hay motivos para compartir ideas en un buzón cerrado de cual no obtienes respuesta, cuando hay muchas herramientas sociales con mucha visibilidad donde se puede obtener reconocimiento e incluso el interés de la competencia.

9. Porque no se gana nada a cambio de participar.

10. Porque son de difícil acceso y no se encuentran fácilmente, incluso algunos siguen siendo “analógicos” lo que supone escribir la idea a mano.

Toca adaptarse a las nuevas herramientas y posibilidades para abrir canales reales de comunicación que sean bidireccionales, entre otras muchas cosas, con los que más pueden ayudar a una organización: sus propios empleados y sus clientes. Y más importante aún, hay agradecer y reconocer de forma activa el esfuerzo e interés de quienes se molestan en compartir sus ideas.

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