Los empleados son hoy el principal recurso* del que una corporación se nutre a la hora de captar nuevas ideas para su estrategia de innovación.
Inquirido sobre el origen de sus hallazgos, el Premio Nobel en Química Linus Pauling afirmaba en 1954 cómo “si quieres tener buenas ideas, debes primero tener muchas ideas”.
Ambas necesidades se trasladan y ponen en fila dentro de un programa corporativo de innovación: captar nuevas ideas es muy importante, pero lo es más contar con las adecuadas y lograr que los empleados participen y estén implicados en el cometido de innovar [conoce nuestro ebook gratuito para el impulso de programas corporativos de innovación].
El uso de la tecnología y de herramientas de escucha e ideación colaborativa facilita y democratiza este proceso, más allá de departamentos, sedes geográficas o jerarquías.
Tecnología y crowdsourcing: más ideas, innovación y engagement
Cuando una organización se abre a preguntar y escuchar a su talento interno, amplía el rango de posibles soluciones a sus retos estratégicos y aprovecha todo su pool de talento.
Esta apuesta también fija un nuevo modelo de relación con sus empleados que transforma a toda la organización, a la forma de interactuar y al engagement entre ambos, siendo un gran apoyo para el cometido de departamentos como los de Recursos Humanos o Comunicación Interna.
Consultoras como Deloitte* defienden que el crowdsourcing (la escucha de la organización y de sus ideas en torno a cuestiones prefijadas) es parte del cambio cultural demandado por colectivos como los millenials, y una carta de la baraja que una organización puede jugar para gestionar el talento.
Así, dentro de un entorno líquido y altamente competitivo, marcado por la incertidumbre, la alta rotación de perfiles en el mercado y, especialmente, de aquellos con las skills más demandadas, ¿cómo puede la escucha de empleados contribuir a captar y retener talento, así como a extraer lo mejor del disponible para hacer a una organización más competitiva?
Veamos algunas ventajas de esta apuesta,
1. Más engagement y reconocimiento de talento.
Cuando una organización abre sus puertas, es más difícil que el talento no salte por la ventana. La escucha fortalece su implicación. Además, cuando se juega en un clima de transparencia e incluye el reconocimiento público de buenas ideas y de sus autores, se fortalece el compromiso hacia su trabajo.
2. Más aprovechamiento del talento interno… u oculto.
Compartir cuestiones estratégicas con todos los empleados hace posible que la organización beba y bucee en todo su pool de talento para hallar soluciones. Pero además, a través de las aportaciones individuales, puede detectar perfiles de interés que estaban ocultos.
Numerosos estudios afirman que sólo un 5% del talento interno de una organización aflora a la superficie. Es el conocido como ‘iceberg del talento’.
3. Más diversidad al servicio de los objetivos de la organización
Cuando una organización tiende puentes de escucha y colaboración hacia sus empleados es más competitiva. Cada uno de ellos puede sumar desde su expertise y trabajar en proyectos aprendiendo del de otros. Uno de nuestros clientes, del sector petroquímico, se sirvió del crowdsourcing para plantear un reto a su plantilla sobre cómo aterrizar sus valores corporativos en conductas del día a día. Y una gran consultora implicó a su plantilla en el diseño de su nuevo espacio de su trabajo.
4. Más inteligencia colaborativa, mayor resiliencia.
La co-creación no sólo permite obtener más posibles soluciones a retos internos. También hace posible la colaboración en torno a ellos. En ese sentido, genera un elemento de inteligencia colaborativa alrededor de la organización que la hace más fuerte, a la vez que se mejora el engagement y las capacidades individuales de cada uno de los empleados respecto a la innovación.
5. Más conocimiento de lo importante.
El uso de canales de escucha transparentes, abiertos a los miembros de una organización, suponen una oportunidad excelente para difundir su estrategia y alinear en torno a ellas o a cuestiones muy concretas a los empleados.
6. Más conocimiento del empleado, más retención
Al preguntar a todo su talento interno, una organización puede obtener insights de valor cualitativos (propuestas compartidas por el empleado) y cuantitativos (tendencias en torno a la participación); una calidad en torno al dato idónea para detectar necesidades de los empleados e impulsar aquelllas acciones que las resuelvan.
7. Más colaboración, bajo un digital mindset.
Las iniciativas digitales, como una comunidad interna basada en la aportación y escucha de inputs de empleados, facilita que éstos adopten modelos co-creativos de trabajo. Cumplen además con una aspiración común al talento joven (trabajar con herramientas tecnológicas) y ayudan a incrementar las skills digitales del resto de empleados.
8. Más pensamiento creativo.
Las dinámicas co-creativas tienen además efectos sobre la organización y sus empleados, al contagiar la agilidad, el apetito por las nuevas ideas y el pensamiento creativo como valores cotidianos de trabajo.
9. Más ágilidad, interna y hacia el mercado.
La co-creación permite asentar modelos ágiles de trabajo en una organización. Asimismo permite finalmente captar internamente nuevas ideas y necesidades que ayudan a mejorar a nivel global su competitividad.
Fomenta el engagement de tus empleados y desarrolla su potencial de innovación.
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*CB Insights, “State of the Innovation Survey” (2018)
*Deloitte, “Enterprise crowdsourcing and the growing fragmentation of work” (2016)