Los entornos de innovación abierta ofrecen un entorno propicio a la libre aportación de ideas. Por ello, sus responsables muchas veces prefieren no fijar reglas de participación que coarten la creatividad y las ideas ‘out of the box’ o de perfil más disruptivo.
No basta con dar herramientas de participación, hay que dar sus claves de uso e incentivar a sus usuarios.
Sin embargo, en otras ocasiones los gestores de proyectos de innovación abierta prefieren poner el foco sobre un asunto concreto, pero no quieren renunciar a un clima de contribuciones transparente, democrático y creativo ni a innovar junto a todos sus stakeholders.
Preguntas concretas para soluciones concretas.
El plantear retos a uno o a varios colectivos y recibir propuestas de solución de forma espontánea es uno de los tradicionales recursos utilizados por los Directores de Innovación de las empresas. Para ello, suelen utilizarse canales de participación, como suelen ser comunidades digitales -por ejemplo, un software de gestión de la innovación- que recogen todas estas ideas.
El MIT plantea en un artículo reciente cinco claves metodológicas -la llamada “teoría de las cinco pes”– para extraer lo mejor del talento participante en procesos de innovación abierta. Directores de proyecto, tomen nota:
– Problemas, y su necesaria identificación previa. Si éstos son grandes, es habitual trocearlos en unidades más pequeñas y abordables. ‘Aterrizar’ los problemas permite afrontarlos desde perspectivas menos maximalistas. Siguiendo con el símil aéreo, si queremos lograr un avión más eficiente a nivel energético podríamos establecer dos áreas de trabajo: la aerodinámica del aparato y el rendimiento de sus motores.
– Premios, como mecanismos de retribución -no necesariamente económica- que estimulen la participación. Los retos más ambiciosos son más atractivos porque en ellos hay implícito prestigio. El reconocimiento público e intelectual es clave para incentivar que se participe en ellos. El uso de sponsors, dice el MIT, también ayuda.
– Participantes, ¿quiénes son?¿qué hacen?, en esencia, se trata de calibrar el grado de apertura de una iniciativa de innovación abierta. Por ejemplo, ¿abrimos también el reto a nuestros proveedores? A mayor apertura, mayor diversidad y mayor riqueza en la propuesta de soluciones, señala el MIT.
– Procesos, y cómo definirlos para extraer lo mejor de los participantes de un reto e incentivar una competitividad (bien entendida) entre ellos. Se trata de construir y para ello debe existir un entorno, una metodología y unos objetivos comunes. Mimbres para una colaboración constructiva sobre la máxima de que la unión hace la fuerza.
– Plataformas, sobre las que desplegar este entorno participativo. La tecnología permite conectar y compartir ideas y conocimiento de forma ágil y sencilla. Además, destaca el MIT, la parte IT de estos proyectos puede en grandes compañías externalizarse a terceros con expertise concreto.
La innovación, una cuestión de todos.
Junto a estas 5 claves el MIT también señala la importancia de asignar un CCO –“Chief Competition Officer”– al frente de cualquier proyecto de innovación abierta. Asimismo, apuesta por “abierto y de todos”. La implicación en el proyecto debe ser transversal pero también de arriba a abajo.
Creer es el primer paso para hacer.