25 de noviembre de 2014. Un producto de inspiración híbrida, basado en la tradición japonesa de la ceremonia del té, el vórtice de la basura, artesanía iberoamericana, lluvias del amazonas, giro oceánico, desechos de plástico, artesanía, cestería, mimo de manos andinas, que se ha convertido en una innovación colaborativa alrededor del mundo. Este mes se encuentra expuesto en la Bienal Iberoamericana de Diseño BID 14 en el Matadero de Madrid: el proyecto PetLamp ha ganado el primer premio Ex Aequo para el año 2014.
En mi visita en noviembre a la BID14 , me sorprendió gratamente un conjunto de lámparas colgando del techo como si de móviles de Calder se trataran, sólo que éstas eran de otros materiales: plástico, paja y palmas produciendo una fuerte y dulce sensación de alegría debido a la combinación de factores, su variedad de colores, formas y tamaños en un conjunto estéticamente maravilloso que me produjo una experiencia sensorial y mágica. Leyendo más sobre el proyecto, que es ya una realidad, había detrás del diseño de estas lámparas una historia, un cuento que contar; una historia que flotaba en la superficie y que tuve que averiguar; un proyecto innovador, colectivo, colaborativo, social, en mi opinión, para mejorar el mundo.
Hay un excesivo y acelerado crecimiento de desechos de plástico que están invadiendo todos los rincones de la tierra. Especialmente donde la recogida y reciclaje de los mismos no es suficiente o no se implementa tan siquiera. En las áreas tropicales, esto se agrava aun más debido a las lluvias torrenciales que arrastran a las botellas de Pet (plástico) a los ríos y de éstos al océano. La acumulación de esta basura plástica produce una isla inmensa en el Océano Pacífico, cuyo tamaño es más grande que cinco veces la superficie de España, y que hoy se conoce como la Sopa Plástica, donde por cada kilo de plancton natural hay seis kilos de plástico junto con otros desperdicios no degradables que dan vueltas alrededor del centro como un reloj. Este vórtice de basura es considerado como el séptimo continente para algunos. Millones de toneladas de desechos giran debido a las corrientes marinas movidas por fuertes vientos conocido como el Giro Oceánico del Pacífico. El Proyecto PetLamp comenzó como un proyecto para salvaguardar el medio ambiente y reutilizar los plásticos arrastrados por las lluvias tropicales hacia el Río Amazonas colombiano.
La inspiración se remonta a la tradición japonesa de los batidores de bambú para la ceremonia del té, que originalmente provenían de la Takayama donde residían por tradición los ebanistas imperiales. La inspiración de éstos dió ideas de cómo manipular la botella desde un material único y una única pieza. La similitud de los elementos estructurales que se perseguían llegaron del nudo y de la superficie plana desde donde girarla. El tejer y entretejer en esta superficie para hacer que se adquiera resistencia era un reto. La propuesta consistía en reutilizar y no reciclar y así permitir que estos plásticos tengan una segunda vida.
Batidor de té japonés Estructuras lámpara/batidor
El proyecto es escalable y tiene la ambición de ser global: ha encontrado sus raíces tras nacer en Colombia en 2012 -en la región del Cauca de los “Guambianos” y de “Esperara-Siapidara”- , y se ha expandido a Chile, que comienza en 2013-2014 en “Chimbarongo”, cuyos artesanos han sido guiados desde Madrid por Álvaro Catalán De Ocón’s y su estudio de diseño. La gestión del diseño del producto final se centró en que fuera posible vender las lámparas hechas por los artesanos en el mercado internacional, con las correspondientes adaptaciones y conexiones eléctricas y cables necesarios para hacerlo posible, permitir mantener el protagonismo del cuello de la botella, la transparencia para la luminosidad y a la vez permitir la trazabilidad y visibilidad del origen y la historia de cada una de las lámparas.
Doña Estela Cuchillo Colombia Colombia Manos tejedoras
La expansión seguirá su curso y la próxima parada será Japón y sus artesanos de bambú. La colaboración colectiva pronto se expandirá más convirtiéndolo en un proyecto innovador, que cuida el medio ambiente con una conciencia global real. Ya tiene clientes y se venden las lámparas en cinco continentes; hoy el precio de PetLamps oscila entre los 200 y 400 euros, el hecho de que haya demanda y que se vendan, lo convierten en una start-up de éxito.
Fuentes: Wikipedia, PetLamp news II April 2014, petlamp.org