El crowdsourcing puede ejercer como un agente de cambio para cualquier organización. Por implicar a todos sus miembros en un proyecto común. Por el efecto de fidelización (más engagement) que juega sobre sus participantes. O, simplemente, por las ideas que surgen de él y por su desarrollo entre amplios grupos de personas que cooperan entre sí.
De ahí que, llevado a buen puerto, el crowdsourcing pueda ser sinónimo de más innovación, más personas implicadas en un objetivo común y más productividad.
Estas son algunas de las claves para ejecutar un proyecto con el que impulsar la innovación a través del crowdsourcing y no naufragar en el intento.
1. Disponer de las herramientas adecuadas.
Serán aquellas que generen vasos comunicantes entre departamentos y empleados, favoreciendo el intercambio de ideas. Las comunidades de innovación abierta incorporan a un proceso co-creativo a toda la diversidad residente en una organización, y ello favorece la aparición de más ideas disruptivas.
El trabajar sobre muchas pequeñas ideas puede llevarnos a iluminar una verdaderamente grande.
2. Conectar departamentos, personas y conocimientos.
Para crear nuevas propuestas innovadoras u optimizar aspectos de gestión existentes. El crowdsourcing tiene la ventaja de hacer visible lo invisible, esto es, de llevar a la luz ideas y propuestas que de otra manera no habrían abandonado zonas de oscuridad. Asimismo, ayuda a dinamitar barreras y silos en cualquier organización y genera una nueva forma de trabajar basada en la cooperación y co-creación.
3. Preguntar lo correcto en el momento adecuado.
Tan importante es abrir de par en par una ventana a las nuevas ideas como el que éstas se orienten a un objetivo. En todo proceso de crowdsourcing debe de haber una meta clara, aquello que queramos conseguir. Y las preguntas que formulemos deben ser claras, describir nuestros objetivos. Todo ello sin coartar la creatividad de la comunidad participante, ya que la dispersión también puede darnos muchas alegrías. A veces, las ideas aparentemente menos aterrizadas son las que dan lugar a innovaciones plenamente disruptivas.
4. Crear una cultura de ideas.
No hay ideas si no hay detrás una cultura que las fomente, al igual que una planta no crece si no es regada. Dicho de otra manera, es muy complicado construir un proceso de crowdsourcing si no existe un sustrato detrás, si la organización no abona una mentalidad innovadora y cooperativa entre sus empleados. Para ello es necesario estimular el apetito por las nuevas ideas, fomentar la transparencia o minimizar el riesgo al fracaso, entre otros factores.
Herramientas, cultura, colaboración entre personas y saber preguntar: pasos clave para impulsar con éxito un proceso de crowdsourcing.
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