¿Qué fue primero el huevo o la gallina? PwC refleja más innovación cuando hay más redes sociales empresariales

Como hemos mencionado en mi post anterior del estudio de PricewaterhouseCoopers sobre la innovación rompedora o disruptiva, una de las conclusiones más importantes para mí ha sido la correlación con la utilización de redes sociales: entre las más innovadoras (el 67%) frente a las menos innovadoras (con el 39%), sobre todo con colaboradores externos (34% vs. 10%) y especialmente cuando se trata de nuevos productos y servicios con partners externos. Y es que las redes sociales demuestran un nivel de apertura de openness especial en las compañías top y por lo tanto más proclives al open innovation, que es el que permite mayor disrupción.

7 de 10 empresas usan redes sociales como apoyo a la innovaciónY qué creemos que es lo que ha venido primero: ¿las redes sociales o la innovación disruptiva? Creo que son elementos interconectados, no independientes y que siempre han estado allí, ya que el huevo no existe sin la gallina y la gallina no existe sin el huevo porque ambos forman una simbiosis de supervivencia.

Lo mismo pasa con las redes sociales, sólo que ahora estas redes están apoyadas por la tecnología, los avances de la transformación digital y los procesos colaborativos y de inteligencia colectiva cada vez más tan extendidos y que antes se hacían de manera más física y más costosa, pues había que encontrar las formas de comunicarse para poder colaborar.

Ver imagen ampliadaPero estas redes de innovación han existido siempre, antes incluso de que la palabras existieran para nombrarlas: recuerdo que hace unos cinco años yo citaba el caso de automoción americana con Ford y Toyota y sus redes de patentes para significar la necesidad de poner más gente a colaborar para crecer e innovar.

Así, en la imagen adjunta debajo puede verse la red de proveedores con patentes compartidas de Toyota vs. la pequeña red de tres colaboradores en esta área de Ford.

Y ha habido muchos más ejemplos como la red de Starbucks y la apertura de Mozilla a la colaboración de desarrolladores externos, así como la inclusión de IBM de Linux.

Toda esa apertura ha significado sobrevivir y no perder ser parte de ese nuevo mercado que se estaba formando, que es lo que crea la innovación disruptiva: nuevos mercados que sustituyen los anteriores y hay que estar allí. La innovación disruptiva y la creación, nutrición y fertilización de sus redes de valor (hoy también sociales y digitales) son una responsabilidad de todos, no sólo de los CEOS o lideres de Innovación, porque son vasos comunicantes para el crecimiento de todas las empresas y de todos los mercados.

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