Cuenta Greg Satell, speaker y autor de varios libros de innovación, que una de las mejores historias que ha escuchado sobre innovación va de almejas
Una firma tecnológica, dice en este artículo del HBR.org sobre los diferentes tipos de innovación, ganó un concurso para diseñar un potente sensor con el que detectar contaminación en el agua.
Almejas, un molusco innovador en la era digital.
Para el trabajo, contrató un equipo formado por expertos en varias disciplinas. En la primera reunión, uno de sus miembros, un biólogo, se presentó con una bolsa llena de almejas y ante sus atónitos compañeros de IT contó que éstas abren su concha al detectar partículas contaminadas en el agua.
Ya no era necesario diseñar un sensor de última generación para resolver el problema. Las almejas lo habían hecho. Así que la compañía se ahorró horas de trabajo y los miembros del equipo cenaron esa noche ¡almejas!.
La anécdota es un ejemplo de libro de innovación abierta y de cómo la solución a un problema puede venir de los conocimientos de especialistas en diversos campos o de pensamientos “out of the box”, fuera de una solución planteada como única (dar por hecho el recurrir a un sensor para detectar agua contaminada).
Con ella, el autor llama a concebir la innovación como un conjunto de herramientas diversas y siempre dispuestas a repensarse bajo dos preguntas básicas: a) ¿Cómo podemos definir un problema? y b) ¿Qué necesitamos para resolverlo?.
Y en función de ambas cuestiones, habla de cuatro tipos básicos de innovación.
1. Innovación continuada y/o evolutiva, que define como la más habitual. Basada en la mejora iterativa de lo que ya se tiene, suele por ello aplicar normalmente el mismo modelo de innovación a lo largo de todo el proceso.
2. Innovación rupturista. Aquella que, como en el caso de nuestras amigas las almejas, se basa en resolver un problema claramente definido y de compleja resolución recurriendo a conocimientos alejados de su disciplina y que a priori tienen poca relación con ella. Los modelos de innovación abierta son un claro ejemplo de ella.
3. Innovación disruptiva, que es aquella que comprende y se anticipa a un cambio de ciclo en el mercado y varía totalmente su modelo de negocio para adaptarse al nuevo tiempo (por ejemplo, Netflix pasó de distribuir películas físicas por correo postal a comercializar contenidos mediante streaming). Se trata de un tipo claramente diferenciador y capaz de crear empresas líderes en su nicho de mercado… o en el de otros.
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4. Investigación básica y continuada en el tiempo, ejecutada en segundo plano pero normalmente en buena parte responsable de las grandes innovaciones. La mayor parte de grandes compañías tienen detrás un equipo destinado a investigar en el día a día o cuenta con convenios con universidades y centros de investigación que le ayudan en dicha tarea.
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