7 de mayo de 2015. En tiempos de crisis y de dificultad de acceso al crédito el crowdfunding o micromecenazgo se ha convertido en la tabla de salvación de muchos emprendedores españoles que persiguen sacar su proyecto adelante.
Lánzanos, Verkami, Safaricrowdfunding o Grow.ly son algunas de las plataformas que promueven en España un modelo de financiación alternativa con cada vez más adeptos. Junto a ellas existen otras como ideas4all, destinada al crowdsourcing de ideas, que en colaboración con Lánzanos ha impulsado un concurso de micromecenazgo de propuestas emprendedoras.
Sólo el pasado año la industria del crowdfunding logró recaudar en España 62 millones de euros para el impulso de distintos proyectos, según un estudio de la Universidad de Cambridge que ha analizado el fenómeno del crowdfunding a nivel europeo y por países.
Estamos ante un fenómeno en auge en nuestro país, a tenor de los números. En 2013, la financiación a través de esta vía se redujo a menos de la mitad (29 millones de euros) mientras que un año antes apenas superó los 10 millones de euros.
España fue además, según este estudio, el sexto país del viejo continente que mayor volumen de dinero movió en 2014 a través del crowdfunding, siendo Reino Unido y Francia, por este orden, quienes ostentan el liderazgo de fidelidad a un modelo que a corto plazo parece no tocar techo.
Así, para el presente año año se espera que las transacciones financieras europeas a través de plataformas de micromecenazgo superen los 7.000 millones de euros, frente a los 3.000 millones de euros de 2014.
Una realidad que empieza a tomar cuerpo para las administraciones.
A finales de 2014 había en España 34 plataformas destinadas al crowdfunding que, en los últimos tres años, han movido un total de 101 millones de euros según la Universidad de Cambridge. Pero más allá de ellas, un gran número de proyectos radicados en España buscan financiación a través de los gigantes de la industria como Indiegogo o Kickstarter.
La democratización del uso de la tecnología facilita el uso de estos grandes semilleros a los que acuden emprendedores de todo el mundo para hacer germinar sus ideas bajo el paraguas de la economía colaborativa.
Curiosamente, la mayor parte de los proyectos financiados tienen relación con sectores de alto valor agregado como son las nuevas tecnologías y la innovación aunque no sólo se circunscriben a este ámbito: el término crowdfunding cada vez es más conocido entre capas muy heterogéneas de la sociedad.
E incluso la propia Administración ha abordado su desarrollo legislativo en la recién aprobada ley de Fomento de Financiación Empresarial que contempla dos escenarios: el de la inversión directa y el de las plataformas colectivas.
Además, la nueva legislación establece medidas como el desembolso obligado de 60.000 euros para la puesta en marcha de una de estas plataformas o la supervisión de cada proyecto financiado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Pero frente a este intento legislativo de acople a la nuevas formas de economía colaborativa y de financiación alternativa, la industria opina mayoritariamente (74% de casos) que la actual legislación es demasiado estricta.
Por otro lado, el sector ha comenzado a organizarse. Prueba de ello es la Asociación Española de Crowdfunding, que ha desarrollado un código de buenas prácticas de cara a promover el crowdfunding “como una forma valiosa y viable” de fomento del emprendimiento.
EL CROWDFUNDING ESPAÑOL EN CIFRAS.
________ 62 millones de euros se movieron en 2014 a través del crowdfunding.
_____ 34 plataformas de crowdfunding en España.
_____________________ 4.853€ es la aportación media por proyecto publicado.
___________ 143 personas de media para financiar un proyecto.
_____ 51,5 días de media para financiar una campaña.
Tipos de plataformas de crowdfunding:
_____ 41,4% recompensas.
____ 24,1% donaciones.
___ 20,7% inversiones.
_ 13,8% préstamos.
Fuentes: Asociación Española de Crowdfunding, Universidad de Cambridge y elaboración propia.
Dinero, pero también pasión.
El crowdfunding en España ha cristalizado en proyectos de toda índole. Entre los numerosos ejemplos se cita la financiación de obras culturales ante la subida del IVA cultural o el recorte en subvenciones públicas; de campañas de partidos políticos a través de microdonaciones o incluso de nuevos medios de comunicación.
En casos como estos dos últimos, el micromecenazgo permite además garantizar un grado de independencia o de libertad creativa al no depender la financiación de un proyecto de grandes corporaciones y entidades financieras.
Los defensores de esta financiación alternativa defienden además que el apoyo económico brindado es democrático y meritocrático, ya que todos los proyectos comparten una misma plataforma donde parten de cero y en igualdad de oportunidades.
Además, en muchos de ellos se aprecia una inusual filiación emocional de que financia con lo financiado: los inversores confían en un proyecto y se identifican con él hasta el punto de querer sufragar su puesta en marcha para verlo materializado.
Este punto adquiere especial relevancia dentro del crowdfunding español. La recompensa -el hacer llegar a las manos de los mecenas una copia de lo financiado- es la forma más común de contraprestación a las aportaciones individuales a proyectos realizadas en nuestro país. Tanto es así que sólo el pasado año esta modalidad de financiación logró mover 35,1 millones de euros, según datos del sector.
FORMAS DE FINANCIACIÓN.
____35,1____62 La recompensa es la fórmula más habitual de crowdfunding en España (M de €)
Fuente: Asociación Española de Crowdfunding.
Por último, cabe destacar cómo los financiadores ejercen en estas plataformas los roles de embajadores (apoyan) y predictores (opinan) de los proyectos, contribuyendo a la construcción de su reputación y a su difusión mayoritariamente a través de canales sociales.
El futuro. Lo colectivo frente a lo individual.
El crowdfunding se ha asentado como un motor que estimula el emprendimiento y beneficios derivados de éste, como la innovación, la generación de empleo o la financiación de startups en su fase más temprana de maduración. Su progresivo asentamiento ha permitido el contacto global entre todo tipo de emprendedores, así como la explosión de todo tipo de nuevos negocios y que se cuestionen las formas tradicionales de financiación.
Ante ello, en esta hibridación de una economía capitalista con otra marcada por la confianza, los servicios financieros tradicionales se están viendo obligados a repensar sus productos y procesos de cara al nuevo paradigma y a las demandas que ha traído consigo Internet.
El presidente de la Asociación Española de Crowdfunding, Daniel Oliver, apunta en esa misma línea: “Cuestiono que la economía colaborativa y las finanzas alternativas estén cambiado el mundo, es el mundo el que ha cambiado”.