Aunque existen varios tipos de innovaciones, todas ellas tienen un elemento en común: la aplicación práctica de una idea para resolver de forma efectiva un problema existente [resuelve tus necesidades de innovación con nuestro software y servicios de acompañamiento]
Ahora bien, en este artículo intentaremos clasificar los tipos de innovaciones existentes en base a cuatro criterios: su destino de aplicación, su magnitud o impacto sobre el mercado, su grado de apertura y la motivación que hay detrás de ella.
Tipos de innovaciones según su destino de aplicación.
Quizá sea una de las clasificaciones más comunes, recogida en el llamado ‘Manual de Oslo’ que la OCDE publicó en 2005, y que supone una guía para definir aquellos conceptos y actividades científicas o tecnológicas que son consideradas como innovadoras.
Bajo su criterio, podemos diferenciar entre los siguientes tipos de innovaciones:
Innovación en productos
Entendida como aquella reflejada en bienes tangibles e intangibles que pueden ser adquiridos por clientes, generando un beneficio económico en su fabricante. Puede reflejarse en la creación de un nuevo bien o en la evolución de uno ya existente, generando un nuevo valor sobre él y sobre el mercado.
Innovación en servicios
Aplicada tanto a su venta directa como a su mejora dentro del global de la oferta de valor que se destina a un cliente. Así, hablaríamos de servicios comercializables por sí mismos, pero también de la mejora de, por ejemplo, la experiencia del cliente durante su consumo. En ambos casos la innovación tiene un gran impacto en la rentabilidad del negocio, y en la atracción y fidelización de sus clientes.
Innovación en procesos
Se asocia a mejoras durante la fabricación o distribución de un producto o servicio. Pero también es toda aquella que impacta sobre la estructura y funcionamiento interno de una organización, haciéndola más competitiva. El uso de mejores prácticas, además de aportar rentabilidad, suele llevar asociado un cambio cultural e impacto sobre la productividad de sus recursos técnicos y humanos.
Innovación en marketing
Es toda aquella que se dirige a encontrar nuevas formas de promocionar la oferta de valor de una empresa. Puede comprender cambios sobre sus productos desde una perspectiva de mercadotecnia -por ejemplo, en el diseño de un envase- o, por citar otro ejemplo, afectar a sus canales de promoción.
Tipos de innovación según su impacto
Otra clasificación habitual de la innovación es aquella que toma como base su magnitud o efecto sobre el mercado que se aplica. En este caso, podemos hablar de:
Innovación disruptiva
Es aquella que trae consigo un cambio importante sobre un mercado ya existente. Sus impulsoras rompen el status quo, abren mercado y sobresalen ante los competidores más tradicionales. Netflix podría ser un ejemplo de un cambio importante (modelo de retransmisión en streaming) sobre una industria ya existente (la audiovisual). En el mismo sentido, Uber dio una vuelta de tuerca (tecnológica) al transporte particular privado.
Innovación radical
Al contrario que la disruptiva, este tipo de innovación es capaz de crear un nuevo mercado a través de la aplicación de nuevas tecnologías, servicios o modelos de negocio. La invención del avión o de la computadora son dos ejemplos clásicos de innovación radical. O, más recientemente, la creación de las impresoras 3D donde, como en los casos anteriores, una nueva tecnología abre todo un mercado que no existía previamente.
Innovación incremental
Es aquella capaz de crear mejoras a partir de un producto y un mercado ya existente. Dada su mayor facilidad de ejecución, suele ser la más común de encontrar, incluso a veces sin que seamos conscientes de ella. Un caso habitual es el de los teléfonos móviles, que en cada nueva versión incorporan nuevas funcionalidades o cambios de diseño.
Innovación arquitectónica
En este caso se sirve de tecnología ya existente para entrar en un nuevo mercado. Es muy utilizada por los gigantes tecnológicos, que aprovechan su experiencia y tecnología para irrumpir de forma diferencial en otros mercados y ampliar su base de clientes. Así se justifica, por ejemplo, la reciente entrada de Amazon en el mundo de la distribución farmacéutica o de Apple en el campo de los dispositivos inteligentes para el hogar.
Tipos de innovación según su grado de apertura
En este caso distinguimos entre:
Innovación cerrada
Aquella en la que una empresa sólo se sirve de sus recursos propios (técnicos, humanos) para generar e implementar nuevas ideas.
Innovación abierta
Es capaz de ampliar el radio de acción, implicando en el proceso de innovar a diversos colaboradores de una organización, como otras empresas, instituciones académicas o incluso sus propios clientes.
Tipos de innovación según su motivación
Finalmente, también podemos catalogar la innovación según la motivación que haya detrás de ella. En este caso, hablaríamos de:
Innovación tecnológica
Aquella que ofrece una modificación de tipo técnico o científico dentro de una empresa, o de los productos y servicios que comercializa para incrementar su competitividad. Cuando su éxito es alto, suele asociarse a ella el concepto de destrucción creativa: la innovación es tal que acuña un nuevo modelo de negocio, desterrando el anterior.
Innovación social
Definida como aquella cuyo fin está exento de lucro económico, busca ofrecer algún avance o beneficio al conjunto de la sociedad o a alguno de sus colectivos. Dentro de ella podríamos englobar a aquellas iniciativas que, por ejemplo, persiguen erradicar la pobreza, promover la igualdad de oportunidades o el acceso a la educación de una manera novedosa.
Innovación ambiental
Similar a la social por su carácter altruista, en este caso engloba a toda aquella innovación que persigue mejorar el medio ambiente. Lo acuciante del cambio climático hace que su aplicación esté en alza. Dentro de ella podríamos englobar productos más respetuosos con el medio ambiente o aquellos avances tecnológicos que contribuyen a reducir las emisiones de determinadas industrias o de los vehículos basados en combustibles fósiles.